Seamos claros, emprender en línea no es para todos.
Pero para quien está dispuesto a echarle ganas, es posible.
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RECURSOS
¿Harto de emprender a ciegas
y no llegar a fin de mes?
LA REALIDAD
Soy Carlos Camarinha y no te diré que si estás aquí es porque eres del 1% de personas que se diferencian del resto y por eso serás millonario.
Pero la razón de que estés leyendo esto, es porque sin duda alguna buscas un cambio en tu vida y no todas las personas tienen la valentía de atreverse.
Ahora... atreverse no basta. Hace falta determinación.
Y la determinación es un músculo que se va entrenando a medida que vamos tomando decisiones que nos acerquen al objetivo que nos hemos planteado.
Probablemente estés en la misma situación que yo... es decir, en el peor momento para emprender.
O por temas familiares, financieros, emocionales, etc.
Sin embargo, con tu atrevimiento y determinación para emprender, puede que conviertas este peor momento en el mejor de todos.
No sé a ti, pero para mí ha sido todo un desafío el tener que aprender a emprender.
Es un camino para el que a veces no estamos preparados, puesto que nuestras ganas de tener éxito, bien sea para nosotros mismos o para asegurar el bienestar de nuestra familia, nos lleva a querer aprender las cosas con un nivel de excelencia que nos permita reducir al mínimo la posibilidad de fracasar.
Pues, esa no es la realidad de aprender.
Aprendes para prepararte, sin duda alguna, pero es como pretender aprender una receta de cocina y que nos salga perfecta al primer intento.
No funciona así.
Y es por esa razón que muchas veces entramos en estado de parálisis porque queremos controlar todos los factores que puedan ocasionar que nuestro primer proyecto falle.
Haciendo que retrasemos el atrevernos a sacar a la luz dicho proyecto, evitando el proceso de ensayo y error del cual tanto se aprende y que nos permite hacer los ajustes necesarios para mejorar y perfeccionar la efectividad de nuestro emprendimiento.
Queremos la página de venta ideal, el diseño perfecto, la carta de venta ganadora, y al final el proyecto, queda arrinconado sin ver la luz porque bajo nuestro criterio, aún le falta mejorar.
Un emprendimiento no es tal sino sale a la luz, si no se ejecuta.
He cometido el error de demorar meses, años, en ejecutar ideas, proyectos y/o darle continuidad con fuerza a aquellos que llegué a hacer público.
Y es posible que también a ti te haya pasado.
Quizá por eso también estés aquí.
Emprender no es más que la acción de atreverse y exponer a los demás tu propuesta, para que el cliente a quien le quieres llegar, decida si le aportas valor o no y si está dispuesto a confiarte su dinero a cambio de que le ayudes a resolver su problema y a cambiar su vida.
Es por eso que se dice que quienes afirman tener el síndrome del perfeccionismo, en realidad no es que sean perfeccionistas, sino que su ego no les deja exponerse a que el mercado les diga si su producto o servicio es valioso para ellos.
Pero estás aquí porque quieres atreverte a cambiar eso y merecerte ser bien compensado por llevar al mercado una solución que ayude a otros a cambiar sus vidas, resolver sus problemas o aprender nuevas habilidades que les ayude a alcanzar sus objetivos.
En este ámbito, vivir es más que tener un propósito y alcanzarlo de forma justa, valiosa y ética.
Vivir es poder saber cómo, dónde, por qué y para qué enfocar tus esfuerzos y sacrificios, de forma que a través del valor que aportes a los demás, puedas obtener a cambio un retorno que permita tranquilidad económica para ti y para los tuyos.
Vivir es poder hacer esto de forma estratégica, sin límites geográficos, de tiempo y económicos, que a su vez pueda ser escalable.
¿Te imaginas tener un sistema con una esteategia que te permita aprender habilidades para poder lograrlo?
Yo sí. Y estoy aquí para compartirlo y documentarlo.
No estamos hablando de Lambos, relojes caros y restaurantes de lujo.
A ver, que si esos son tus objetivos todo bien.
Pero ¿qué tal no tener que hacer las compras en el supermercado sin tener que ir con la calculadora en el teléfono para que no te rebote la tarjeta al pagar?
O, ¿poder planificar unas vacaciones con tu familia para coleccionar momentos valiosos con ellos?
O, ¿tener cómo responder ante alguna eventualidad inesperada sin que afecte tu presupuesto?
No sé tú, pero ya esto para mí es "vivir".
Por lo que si este es el tipo de tranquilidad que estás buscando, al igual que yo, pues únete aquí abajo y haremos este camino juntos.
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